No es necesario tener mucho para poder dar. Lo demuestra un joven que se ha criado en una institución estatal y que desde hace cuatro años dona no solo alimentos para el cuerpo sino también para el alma.

Kyril Baldev, de 18 años, es el corazón de la campaña "Sofia Librera", que tiene como objetivo distribuir libros en el tranvía, en el metro, por la calle y en el parque. En estos días ha empezado a implementar su idea, distribuyendo literatura variada en el centro de la capital y en el tren de Sofía a Burgás.

"Sofía Librera" tiene como objetivo atraer la atención hacia los libros, explica Kyril. El otro objetivo de la campaña es que la gente empiece a leer más, incluso en el transporte público, y que tenga un mayor acceso a la literatura. He hecho otras campañas con libros por los pueblos, pero esta vez he decidido hacerla en Sofía porque ahora vivo aquí.

La idea de Kyril es distribuir libros en el metro y en el transporte urbano que los pasajeros puedan leer y dejar luego el suyo en el mismo sitio. El joven cree en la lealtad de la gente y espera que ningún medio de transporte se quede sin lectura.

Creo que todavía hay ciudadanos concienciados que no abusarán de la iniciativa, añade Kyril. Y como va a ser todo el año, espero que la gente adquiera el hábito de coger y dejar libros. Además de en el transporte público, se dejarán libros en los parques y lugares céntricos de la capital. Y un objetivo más lejano es que el panel informativo de cada parada  muestre también en qué vehículo y a qué hora se distribuirán los libros.

Le han tendido una mano en su iniciativa la Biblioteca de Sofía, que ha prometido crear un punto de donación de libros, editoriales que le venden libros con descuento, escuelas, amigos... Sin embargo, esta no es la primera campaña de donación de Kyril. Comenzó hace cuatro años, cuando él y unos amigos recolectaron unos cien volúmenes para un centro comunitario que se había incendiado en su pueblo natal, Menenkyovo. Después de eso pensamos que no había que comprar libros solo en caso de incendio, sino buscar durante todo el año centros comunitarios que los necesiten, afirma el joven. Desde entonces reúne libros a través de Facebook para donarlos a instituciones educativas en mala situación económica. En Navidad y Semana Santa donó comida para ancianos que viven solos en muchos pueblos, y también participó en la recaudación de fondos para una compañera de clase que sufrió un accidente.

Llevo a cabo estas campañas porque me dan satisfacción y me llenan, señala Kyril. También veo que los libros de alguna forma ayudan a la gente, y debemos sernos útiles unos de otros como podamos.

Kyril Baldev estudió en la Escuela Superior de Matemáticas de Pazardzhik. Aspira a convertirse convertirse en parte de la sociedad y, según afirma, a hacer más por Bulgaria. Uno de los primeros pasos que dio en Sofía fue inscribirse en la Biblioteca Nacional.

Creo que todo libro merece ser leído, opina Kyril. Por eso leo todo tipo de literatura, porque en algún momento esa información que obtengo leyendo me puede ser útil. Me gusta leer de todo, pero mis géneros favoritos son la psicología y las novelas policíacas.

Cuando termine el colegio, Kyril tiene previsto estudiar Ciencias Políticas. Pero no para entrar en política, porque los búlgaros tienen una mala actitud hacia todos los políticos, buenos o malos. Sin embargo, intentará fundar su propio movimiento que una a todos los búlgaros, sin importar de dónde provengan y en qué trabajen, y que cada uno con sus ideas aporte algo propio en beneficio de nuestro país.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal