Ningún niño invidente debe quedarse sin la oportunidad de hacer deporte; es la causa que defenderá la federación “Deporte para personas con deficiencias visuales” ante el Ministerio de Educación y Deporte.

Los menores de edad con deficiencias en la visión que cursan estudios en escuelas masivas no practican deportes, y la falta de habilidades en el aparato motor los aboca a ser dependientes durante toda la vida. A quien no hace deporte le cuesta coger el bastón blanco y, en vez de ello, prefiere ser atendido todo el tiempo, dice el presidente de la federación, Iván Yanev. Aduce el ejemplo de numerosos estudiantes universitarios que conviven con sus padres, en los que se apoyan para cualquier cosa: para recorrer el camino hasta la universidad, para darse una vuelta hasta una tienda cercana, etc.

En una clase integrada por 30 estudiantes puede haber un niño invidente. Sin embargo, el pedagogo deportivo carece de la capacidad de atender individualmente a ese alumno. De este modo, durante las clases de preparación física, ese alumno invidente se quedará sentado en un banco en el gimnasio o bien en el aula. Por esto sugerimos al Ministerio que, con nuestra asistencia, diseñe una política estatal para que los alumnos con deficiencias visuales se puedan ejercitar en deportes adaptados a su estado en los clubes de la federación. Es inaceptable que estos menores crezcan absolutamente inmóviles ignorando lo que significa tener una buena coordinación, aspirar a triunfar y a perfeccionarse o correr libremente.

Una de las causas por las que los niños invidentes no se dedican a practicar deportes obedece a la preocupación de sus respectivos padres de que sus vástagos se puedan lesionar. Otra razón es la que reside en la falta de información sobre el número de alumnos con deficiencias visuales en la escuela de enseñanza general, por un lado, y, por el otro, en el desconocimiento de las familias de tales alumnos en cuanto a las posibilidades de que sus hijos invidentes hagan deporte. Por esta razón los directivos de la federación insistirán en obtener datos sobre los menores de edad que no practican deporte y contar con la posibilidad de formar equipos móviles, integrados por sicólogos, pedagogos deportivos y entrenadores que se reúnan con los padres. La tercera propuesta se refiere a la transformación de locales ya existentes en instalaciones deportivas.

Casi no tiene sentido hablar sobre las condiciones para la práctica de deportes por parte de personas con deficiencias visuales, tras comprobar las condiciones deficientes para el resto de los deportes, dice Iván Yanev. Opina, sin embargo, que, a pesar de todo se pueden localizar ciertos “pequeños oasis”. Resulta que las posibilidades son variadas: se puede practicar el showdown - tenis de mesa con pelota sonora- , golbol - deporte colectivo con pelota sonora -, ciclismo combinado, tiro con arco, atletismo e incluso ajedrez.

Somos plenamente conscientes de las preocupaciones sobre la seguridad de los niños con deficiencias visuales y por esto, conjuntamente con colegas nuestros de Europa, hemos dado un paso hacia la creación de un deporte nuevo, que se llamará “Visible”, dice Zornitsa Staneva, de la asociación de padres con hijos deficientes visuales. Este novedoso deporte semeja el fútbol convencional: se enfrentan dos equipos de cinco integrantes cada uno, cinco jugadores sin deficiencias visuales y cinco más con tales. Esta modalidad de fútbol mixto presenta mayor dinamismo en comparación con el fútbol para ciegos y es a la vez más segura, ya que los jugadores sin problemas visuales vigilan la seguridad durante todo el encuentro. Esta modalidad deportiva ya ha sido ensayada en Italia y quienes han participado en tal tipo de partido han coincidido en resaltar que el “Visible” les había proporcionado un enorme placer.

Además de personas con deficiencias visuales y futbolistas, a los ensayos de este nuevo deporte en Bulgaria se incorporará el Equipo de la Esperanza, integrado por chicos sin hogar.

Versión en español por Mijail Mijailov