La planta militar Arsenal, que fue la primera empresa búlgara en cerrar sus puertas por la epidemia de coronavirus, reanuda hoy, 30 de marzo, su trabajo con un número mínimo de operarios. La planta tiene en plantilla casi 9 000 trabajadores, pero reanuda su funcionamiento con personal reducido a 2 000 y en medio de medidas de desinfección draconianas. Otra planta militar, Dunarit, reduce el número de sus trabajadores de 1 000 a 200, con el fin de concluir el cumplimiento pendiente de un pedido. La acerería Stomana Pernik también reduce su producción.