“Los Búlgaros Dignos” es una iniciativa del periódico “24 Chasa” que desde hace 16 años cuenta las historias inspiradoras de búlgaros corrientes que han llevado a cabo actos extraordinarios. Las personas premiadas como “dignas” ayudan desinteresadamente a los pobres, enfermos y solitarios, rescatan del agua y del fuego, dan con generosidad, construyen de forma gratuita, muestran gran coraje y apoyan causas justas. Se trata de personalidades notables que nos hacen sentir orgullosos de ser búlgaros.

Entre los premiados de este año se encuentran varios agentes del orden: el director de la Dirección Municipal del Ministerio del Interior de Veliko Tarnovo, Dimitar Mashov, que durante dos años llevó a cabo una activa campaña contra el fraude telefónico; Plamen Petrov, un policía de Varna que estando de vacaciones detuvo a un timador telefónico que minutos antes había estafado a una anciana 2.000 levas (1.000 euros) en la ciudad de Novi Pazari; el inspector junior Ventsislav Spasov y el bombero senior Zapryan Piperov, de Septemvri, que salvaron a diez niños que se habían perdido en el bosque llevándolos sobre sus hombros a través de un río turbulento. Entre los búlgaros dignos se encuentran también los voluntarios Tijomir Veselinov, Gueorgui Ivanov y Milen Miles, que salvaron a 30 ancianos con demencia de un incendio en el centro de salud del pueblo de Ovcha Moguila.

En la ceremonia de entrega de premios a los búlgaros dignos el grupo más numeroso fue el de los niños que nos han dado una lección de humanidad durante el año. Profesores y compañeros de clase de Lyubcho, de 12 años, alumno de la escuela 125 de Sofía que padece parálisis cerebral, recaudaron fondos del dinero para ramos de flores del primer día de clase para comprarle una silla de ruedas eléctrica que necesitaba para asistir al colegio. Los niños del pueblo de Davidkovo recibieron la distinción “Búlgaros Dignos” por recaudar dinero para comprarle zapatos a Mitko, un niño que cuida junto con su hermana de sus padres enfermos. Así, el niño ha empezado a ir al colegio de nuevo.

Otro héroe del bien es Veliko Donkov, de un orfanato de Stara Zagora. Tras encontrar un bolso con dinero y documentos lo entregó sin vacilar para que fuera devuelto a su dueña.

Debido a su labor con jóvenes como él, también fue premiado el padre Shavulev, el único sacerdote de Bulgaria que además de la sotana se pone guantes de boxeo para fomentar la deportividad, la humanidad y la fe entre los jóvenes.

La Dra. Sibila Marinova y la Dra. Vania Lachezarova, de Veliko Tarnovo, que promovieron una campaña para popularizar la donación, y convirtieron la clínica local en la primera base de donaciones del país, emocionaron a los asistentes con la historia de un niño de 9 años que tuvo una segunda oportunidad en la vida gracias al corazón de un niño de 6 años fallecido en un accidente. Tras el transplante, el niño dijo: Después de morir las personas van a Dios, que no necesita sus órganos, pero nosotros sí.

Entre las filas de dignos había también gente que había hecho su aportación para popularizar uno de los mayores logros de la Historia de Bulgaria. Recibió la distinción “Búlgaro Digno” el abogado Moshe Aloni, que nominó a la Iglesia Ortodoxa Búlgara al premio Nobel de la Paz por la salvación de 48.000 judíos de una muerte segura durante la Segunda Guerra Mundial, así como Fikriye Bulunmaz, restaurador de la Iglesia de Hierro búlgara en Estambul, responsable de que el templo de San Esteban vuelva a brillar en todo su esplendor.

En la clasificación también hay representantes de los medios de comunicación como Boyka Atanasova, corresponsal del periódico en Grecia, que ayudó a liberar de una cárcel helena a un búlgaro que cumplía una sentencia injusta de siete años. También está el equipo del programa “Pequeñas Historias” de la televisión pública, que narra el destino de personas corrientes en Bulgaria.

Valientes, desinteresados, compasivos y honestos: así son los búlgaros que integran las filas de los premiados por la iniciativa “Búlgaros Dignos”. Su ejemplo es emocionante, inspirador y apasionante. Este es también el sentido de la campaña: dar voz al bien en nuestras vidas.

Versión en español por Marta Ros