El 21 de marzo se celebra la fiesta de la ciudad de Kiustendil, en el sudoeste de Bulgaria. La fiesta se conoce por el nombre de Primavera de Kiustendil y recrea una antigua tradición local que compagina las prácticas rituales de los tracios y los romanos que veneraban a los dioses del sol y curadores como Asclepio, Higia, Telesforo, Apolo y Dionisio y las interpretaciones de la leyenda cristiana de los cuarenta santos mártires y el santuario consagrado a ellos en la colina de Hisarlaka, próxima a la ciudad.
En 1966 fueron echados los cimientos de la tradición de elegir una moza en el concurso Primavera de Kiustendil, con dos subvencedoras. Las chicas simbolizan el tierno paso con el cual llega la primavera: la juventud y la nueva esperanza, a semejanza de las tres ninfas-diosas de la fertilidad de las antiguas placas rituales que fueron encontradas al pie de la colina de Hisarlaka.
Hoy en nuestro espacio Canción del día hemos elegido una melodía folclórica precisamente de la región de Kiustendil, cuya máxima exponente es la cantante Olga Borisova. En 2021, en una de sus últimas entrevistas antes de abandonar este mundo, Olga Borisova señalaba para Radio Bulgaria: “Cuando era joven el tiempo nunca me alcanzaba. Ahora ya puedo valorar que era muy feliz porque durante toda mi vida interpretaba canciones folclóricas búlgaras. Me siento muy agradecida y reverencio el genio artístico de nuestro pueblo”.
Durante varios decenios Olga Borisova era solista del famoso conjunto de Canciones folclóricas adjunto a Televisión Nacional y Radio Nacional de Bulgaria que adquirió fama mundial bajo el nombre de El misterio de las voces búlgaras. En el fondo de Radio Nacional de Bulgaria y Televisión Nacional de Bulgaria se conservan cientos de canciones de Olga Borisova y su voz se oye en los álbumes del productor suizo Marcel Celier, a uno de los cuales en 1991 le fue adjudicado el premio musical Grammy. En 1994 el nombre de Olga Borisova fue inscrito en la Enciclopedia Mundial de la Música, editada en Londres. Es ciudadana honorífica de Kiustendil y es portadora de la Insignia Honorífica del Presidente de Bulgaria.
La canción que les ofrecemos seguidamente se titula Bela Yano, o sea la Bella Yano, y es una tierna balada que revela el dolor que siente la moza porque su amado se convirtió en un haydut que lucha por libertad y justicia. La moza conversa con un falco que le aconseja: “Vete con él para luchar por la libertad de la patria”.
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